Carlos Gas
Tuve la suerte de conocer a Virginia como participante y vivir la experiencia con la sorpresa del incrédulo. Esto de hacer cosas con música, digan lo que digan, es bailar, y lo de bailar no está en mi catálogo de virtudes, así que en principio, por no parece raro, fingí que prestaba atención y sin darme cuenta, el ambiente que creó conspiró en hacer que mis barreras no tuvieran sentido. A todo ello se suma el talento que tiene -más allá de su habilidad y conocimientos- para dar sentido a los ejercicios que plantea, combinando aprendizaje, alegría y una sonrisa que dura el tiempo que uno quiera que permanezca y se repite cuando comparte lo vivido con otros.
Hemos colaborado con Virginia en varias ocasiones con distintos perfiles profesionales dentro de nuestra multinacional y, en todos ellos, reforzó nuestros objetivos y mensajes, consiguiendo que tanto la satisfacción de los participantes como la valoración de su intervención superara con actitud las expectativas creadas.
Por poner un ejemplo, en una jornada, con un grupo de más de 60 personas, todas ellas veteranos y expertos comerciales, logró en apenas 5 minutos que toda la separación y reservas que se percibían, se convirtieran en cercanía y, visto desde fuera esta vez, como observador que fui, el grupo se fue cohesionando sin necesidad de pedirlo y pudimos obtener evidencias que nos han resultado de mucha ayuda para desarrollar competencias y detectar necesidades de nuestros profesionales.
Carlos Gas
Técnico Selección, Formación y Desarrollo en Multinacional de Servicios Financieros